Cada vez más gente opta por ducha en lugar de bañera. Practicidad, ahorro de agua y comodidad de acceso son varios de los motivos que hacen tomar la decisión. Si además contamos con un espacio reducido o una forma irregular, la opción de hacerla de obra en lugar de emplear un plato de ducha prefabricado gana posiciones. A esto hay que añadir la ventaja de la estética, pues una ducha de obra, al hacerse “a la carta”, permite utilizar la forma y el tipo de acabados que queramos: utilizando la misma estética que el resto del baño para que quede integrada, o una completamente distinta para que resalte. Lo importante es garantizar la seguridad mediante acabados antideslizantes.
Hay gente que piensa que este tipo de duchas da problemas de filtraciones. Algunos tal vez los han sufrido. Lo cierto es que no tiene por qué ser así si se ejecuta de manera correcta. Hay que prestar atención a tres aspectos fundamentales: utilizar material adecuado, un profesional con experiencia, y una buena supervisión técnica. ¡Si alguna de estas tres patas cojea el taburete se cae! Como material adecuado nos referimos primordialmente al impermeabilizante, que es el que puede dar problemas de filtraciones. En cuanto a la supervisión técnica, recomendamos la supervisión de un arquitecto técnico que controle materiales y ejecución, si bien es cierto que hay buenos albañiles (cada vez quedan menos) con mucha experiencia, que pueden hacerse cargo del control de calidad.
El proceso de ejecución no es muy distinto del de una cubierta plana. Conviene tener en cuenta los siguientes puntos:
- Dar a la base una ligera pendiente hacia el desagüe.
- Impermeabilizar toda la base, elevando la lámina unos 20cm sobre las paredes para garantizar la impermeabilización.
- Los acabados pueden ser de lo más variados (gresite, gres porcelánico, piedra natural, incluso madera), lo más importante es tener en cuenta que tengan un acabado antideslizante.
Por último, existen en el mercado «kits» que incorporan la base con pendiente, la impermeabilización y el desagüe en un sólo producto que se manipula para adaptar a la forma deseada. Este sistema puede facilitar la ejecución, si bien incrementará el precio. En cualquier caso no conviene descuidar la supervisión técnica.
Etiquetas: duchas, reformas
Reha • 
12:56 • 
